Anna Freud
Anna Freud |
Fue la sexta y última hija del matrimonio Freud, Cuando
nació, su madre ya estaba agotada tanto física como mentalmente.
Esto trajo como consecuencia que su cuidado fuese confiado a
una institutriz católica llamada Josefine Cihlarz, con quien siempre estuvo
unida. Este hecho marcó para siempre la vida de la niña, quien no pudo ver en
su familia un apoyo sino más bien a unos extraños.
Por todo esto, la psicoanalista nunca tuvo una relación
cercana con su madre. Y la tensión que sentía con ella también se extendía a
sus hermanos, especialmente hacia su hermana Sophie, quien era la preferida de
su madre.
Aparentemente Sophie era la hija más agraciada bonita de la
pareja. Esa situación y la marcada preferencia de Martha por ella, hizo que
Anna tratara de compensar las carencias que sentía con su desarrollo
intelectual.
A pesar de los conflictos internos con su familia, Anna fue
criada en un ambiente burgués y acomodado. Siendo hija de Sigmund Freud, no era
de esperarse menos. La joven recibió una buena educación y a temprana edad ya
había aprendido a hablar varios idiomas, entre ellos el inglés, hebreo, alemán,
francés e italiano.
Anna dedicó toda su vida al estudio de la psicología
infantil, para tratar de comprender qué había en la mente de los niños.
Puede que su especialización estuviese influenciada por su
propia historia de vida ya que la psicoanalista no tuvo una infancia demasiado
feliz. Desde pequeña le costó encajar en el mundo y hasta en su propia familia.
-Inicios de su carrera
Anna comenzó a involucrarse con el trabajo de su padre desde
que tenía 14 años, cuando frecuentaba junto a este el famoso Comité de los Siete
Anillos, compuesto por Sigmund Freud, Sandor Ferenczi , Hans Sachs , Otto Rank
, Karl Abraham Max Eitingon y Ernest
Jones . Sin embargo, aunque no era ajena al campo de estudio de su padre,
estudió pedagogía y se convirtió en maestra.
Se dedicó a la enseñanza en el Cottage Lyceum durante
durante los años de 1914 y 1920, época en la que se vivió la I Guerra Mundial.
Ese año abandonó la docencia porque enfermó de tuberculosis.
Antes de comenzar este trabajo con su padre, la
psicoanalista ya había leído algunos textos sobre las teorías de Freud. Fue su
atracción por este campo científico lo que llevó a Anna a iniciar su carrera en
el psicoanálisis.
Sin embargo, no es posible desligar el hecho de que el
análisis que hizo Freud a su hija creó un lazo mucho más estrecho entre ellos.
Se dice que el famoso psicoanalista sentía un amor
narcisista por su hija, teoría que reforzaría apartando de su vida a sus
posibles pretendientes. El austriaco temía que otro hombre pudiera alejarla de
él y que además hiciera mermar su interés por el estudio.
Anna y Sigmun Freud, congreso de psicoanalistas |
En 1925, Anna también conoció a Dorothy Burlingham, una
mujer que se convertiría en su más querida amiga y con quien según muchos
aseguran, mantuvo una relación sentimental.
Dorothy tenía cuatro hijos y con ellos la psicoanalista
logró realizar de alguna manera su deseo de ser madre. Todos los niños sufrían
algún tipo de trastorno psíquico, algunos más graves que otros. Por lo que Anna
no solo les sirvió como una segunda madre, sino también como analista y
maestra.
En el año 1927, Anna Freud pasa a ocupar el cargo de
secretaria de la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA). En estos años,
comenzó a enfrentarse con quien sería su principal detractora, Melanie Klein.
En 1934, mientras Sigmund Freud estaba terminando su primer
borrador de Moisés y la religión monoteísta, Anna estaba iniciando El Yo y los
mecanismos de defensa, la que sería su obra más reconocida.
Aportaciones a la Psicología Infantil
Durante su carrera como psicoanalista se dedicó a ampliar y
a perfeccionar las ideas y teorías de su padre. Pero a diferencia de este, no
trabajó con adultos sino que las adaptó a la psicología infantil y adolescente.
Los intereses de Anna Freud eran más prácticos que teóricos.
Para trabajar con niños, era necesario crear una técnica diferente. A
diferencia de los adultos, en la vida de los niños, los padres forman una gran
parte de su vida y eso es algo que los terapeutas no pueden usurpar.
Mecanismos de Defensa en Niños:
- Represión
- Negación
- Ascetismo
- Aislamiento
- Desplazamiento
- Proyección
- Rendiccion
- Formación recreativa
- Anulación retroactiva
- Introyeccion
- Identificación con agresor
- Racionalización
- Sublimación
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